Escribo estas líneas mientras escucho Nuvole Bianche y me sonrío, pensando en cómo estoy cumpliendo con el tópico del escritor artista y sensible.

Normalmente, huyo del tópico pero, a veces, no puedo resistirme, sobre todo cuando me vienen a la mente ciertas ideas. La verdad es que no tenía planeado hablar hoy de este tema, pero así son las ideas. Cuando vienen, vienen. 

He hablado de muchos aspectos de la vida del escritor independiente en esta bitácora, pero hay uno que nunca he tratado, y tiene su importancia.

Se trata de saber en qué momento retirarse. 

En la escritura y en la vida, es difícil acertar con el momento para retirarse, dar un paso atrás y dejar el primer plano. Pero es vital si quieres dejar un impacto duradero. 

Todos recordamos a esos deportistas que se retiraron cuando estaban en lo más alto, pero cuesta más rememorar a aquellos que cayeron en el olvido después de prolongar su carrera más allá de lo que debían.

Sí, un escritor no tiene una carrera limitada en el tiempo como un deportista. Pero comparte con ellos tantas cosas que creo que esto también debe ser algo común. 

Al fin y al cabo, elegir el momento en que cuelgas tus botas o tu pluma es algo que nadie te puede quitar. 

Sí, creo que la retirada es un tema que dará para mucho. Cuando me retire, hablaré más de ella. 

Mañana, más. ¡Feliz escritura! 

Imagen: Kim Gorga en Unsplash