Manejar tu carrera como escritor independiente te puede parecer a veces una caída libre.
Estás intentando sacar adelante tu novela mientras te preocupas de gestionar los libros que ya tienes publicados, dotar de contenido tu blog, hablar con otros escritores y puede que hasta hacer un poco de marketing.
Todo ello sumado a las demandas de tu vida diaria, con tu familia y tu otro trabajo (si tienes la suerte de tener uno).
Por eso, a veces, te puede parecer que vas en caída libre y que poco o nada puedes hacer para evitar el hostión que te vas a meter contra el suelo.
«Bueno», piensas, «al menos entonces no tendré que preocuparme de todas esas cosas».
Pero lo estás enfocando mal. No estás en caída libre.
Estás volando.
Si no pones de tu parte, ahí sí que nada podrá evitar que te estampes contra el suelo. Pero si aplicas constancia y esfuerzo, la tierra no podrá retenerte y el cielo será tu límite.
Mañana, más. ¡Feliz escritura!
Imagen: Filipe Dos Santos Mendes en Unsplash.