Creo que no me equivoco cuando digo que la mayor parte de aquellos que nos denominamos «escritores» aspiramos a vivir de nuestros escritos, entendiendo «vivir» por ganar al menos el suficiente dinero para subsistir de forma digna. No es una empresa fácil ni rápida, y requiere de mucho tiempo, mucho esfuerzo y una cierta dosis de suerte para lograrlo.
Sin embargo, dado que son muy pocos los afortunad@s que lo consiguen, se ha instalado en el imaginario colectivo del mundillo que no se puede vivir de lo que escribes. Hoy quiero demostrarte lo contrario. Sí, es posible vivir de lo que escribes y no necesitas ser un superventas para lograrlo. Y para ello voy a citarte varios ejemplos.
El nombre de Dean Wesley Smith ya debería sonarte porque no es la primera vez que le cito en esta bitácora. Gracias a una rigurosa ética de trabajo que le hace dedicar horas y horas a la escritura, Dean ha rehecho su carrera por completo, pasando de ser un escritor fantasma y de novelizaciones a un autor independiente de éxito con un catálogo de obras compuesto por varias decenas de títulos, todos ellos escritos de 2010 en adelante.
En su página web, Dean lleva años contando diariamente cómo lo ha hecho y cómo ha escrito todos y cada uno de esos libros. Hoy, gana mucho más dinero de lo que ganaba cuando era un escritor publicado por las editoriales tradicionales, tanto que ha puesto en marcha una editorial junto a su mujer, Kris Rusch —que también debería sonarte—, dedicada en exclusiva a publicar las obras de ambos.
Las obras de Dean nunca aparecen en las listas de ventas, pues no es un escritor de bestsellers. Sin embargo, venden lo suficiente para que la suma de todas ellas le dé una bonita cifra cada mes, con la que seguramente se puede mantener bien. Con todo, se podría argumentar que Dean no es un buen ejemplo, porque tiene otras fuentes de ingresos aparte de la escritura. Junto a Kris, posee varias tiendas de artículos de colección y también imparte cursos y talleres de escritura, tanto presenciales como solo por internet. Incluso tiene un Patreon, en el que yo participo.
En realidad, lo que hace Dean es extender a la escritura la filosofía de no poner todos tus huevos en la misma cesta. De la misma forma que publica sus libros en todos los canales y formatos posibles para no depender de una única tienda, también busca otras maneras de generar ingresos para no depender solo de la escritura.
Y Dean no es el único autor que sigue esa filosofía.
Joanna Penn es una de las escritoras más conocidas en la blogosfera anglosajona gracias a su imprescindible blog y podcast The Creative Penn, donde habla de todo lo relacionado con la autopublicación y sus obras, tanto de ficción como no de ficción. Tan transparente es, que hace desgloses detallados de sus ingresos (aquí, el del año pasado). Gracias a eso sabemos que entre mayo de 2015 y abril de 2016 ganó 95.000 dólares con sus libros, vendiendo poco menos de 41.000 ejemplares. Eso hace casi 8.000 dólares mensuales, o unos 7.000 euros al mes al cambio actual, dinero con el que se puede vivir muy, pero que muy dignamente, incluso después de impuestos.
Cabe destacar que de la venta de libros, un 56% corresponde a Amazon y sus diferentes filiales (KDP, Createspace y Audible), mientras que el resto son ingresos provenientes de otras tiendas. Me parece un equilibrio muy razonable, y prosigue con la filosofía de no poner todos los huevos en la misma cesta.
Pero esa no es la única fuente de ingresos de Joanna. En otro desglose publicado en agosto de 2015, hablaba de unos ingresos de casi seis cifras al año. La mitad de los mismos correspondían a las ventas de sus libros en todas las tiendas y formatos posibles (ebook, papel, audiolibro…), un 25% de ventas de afiliado, un 12% de venta de cursos desde su página web, un 10% de conferencias pagadas y un 3% de patrocinios. Una vez más, la diversidad en las fuentes de ingresos es la clave.
Un tercer caso que quiero citar es el de Robert J Crane, autor de varias serie de fantasía urbana como The Girl in the Box, Out of the Box, Southern Watch o la saga de fantasía épica Sanctuary. De nuevo, se trata de un autor prácticamente desconocido entre los lectores hispanohablantes; no tiene traducciones al castellano, no es un superventas de los que aparecen en el New York times, pero a pesar de eso se gana la vida muy bien con sus libros.
Desde 2011 a 2014 Crane vendió 150.000 ejemplares de sus obras y teniendo en cuenta que sus precios más baratos andan en el rango de los tres dólares, puedes imaginarte cuánto ha ganado. La clave de su triunfo está por un lado en los libros gratis que ofrece a sus lectores como punto de entrada en su catálogo, y por otro en una filosofía de trabajo que resumió de forma genial en un artículo publicado en su blog en 2014 llamado «How To Make A Living As An Indie Author» y que hoy podéis encontrar en este enlace.
De ese artículo solo voy a citar una parte, y es la referente a las presunciones que Crane asume en todo aquel interesado en leerlo y que al mismo tiempo son las condiciones sine qua non de todo escritor que aspira a vivir de lo que escribe. Esas presunciones/condiciones son:
A) Quiere ganarse la vida como escritor independiente y no piensa aceptar ningún otro método de ganarse la vida a largo plazo.
B) Es lo bastante listo para, después de leer sus consejos, decidir si los métodos que describe son adecuados para él.
C) Está dispuesto a trabajar cien horas a la semana durante largos periodos de tiempo si eso es lo que hace falta para lograr su objetivo.
Esa filosofía de trabajo se traduce en un catálogo amplio, de más de 45 títulos publicados cuando escribo estas líneas. Por si fuera poco, además de los libros escritos por él, en este año ha comenzado a trabajar con otros autores para sacar adelante nuevas series escritas a cuatro manos. Creo que es evidente que Robert J. Crane es un ejemplo de lo que puede conseguir un escritor cuando es productivo de verdad y quiere vivir de lo que escribe.
¿Y en España qué?
Puede que estos ejemplos no te convenzan, porque proceden de un mercado —el anglosajón— bastante más avanzado que el nuestro. Puede que pienses que esas cosas no pasan en España y que aquí un escritor no puede vivir de lo que escribe.
Pues te equivocas.
Fernando Trujillo Sanz es uno de los escritores independientes más destacados en español, además de ser uno de los pioneros en esto de la autopublicación. Puede que no le leas en las revistas literarias o que no encuentres sus títulos en las librerías, pero es un escritor que desde hace años vive de lo que escribe. Con sus sagas de La guerra de los cielos, La Prisión de Black Rock o La Biblia de los caídos, Fernando se ha convertido en uno de los autores más exitosos entre los lectores de fantasía de ambos lados del Atlántico, hasta tal punto que ha tenido que crear una empresa para gestionar sus ingresos.
Además de todo eso, Fernando es un tipo muy accesible, con el que me puse en contacto para mandarle un pequeño cuestionario para este artículo y tuvo a bien respondérmelo. Por ello, quiero hacerle público desde aquí mi más profundo agradecimiento. Estas son mis preguntas y sus respuestas.
¿A partir de qué momento empezó a considerarse un escritor de éxito?
El término «escritor de éxito» es relativo. En mi caso, lo consideré así desde que pude vivir de mis libros.
¿Influyó el tener varios libros en su catálogo?
Influyó mucho. Hay casos de escritores que con un solo libro ya pueden vivir toda la vida, pero son realmente escasos, anecdóticos, y hasta donde yo sé siempre de habla inglesa. Sin escribir muchos libros me parece complicado salir adelante.
Según su experiencia, ¿cuál es la cualidad más necesaria para poder vivir de lo que uno escribe?
La suerte. Hay libros muy buenos que no dan para vivir y al contrario. Nadie sabe qué se va a vender o va a gustar a los lectores, nadie, o no habría devoluciones en las librerías ni se publicarían libros que no son rentables. En mi opinión se trata de escribir algo que le guste a la gente, que lo quiera comprar, y eso no se sabe qué libro lo consigue hasta que se prueba.
Otro caso de escritora hispana de éxito y que está logrando vivir de lo que escribe es Mercedes Pinto Maldonado, finalista del concurso literario de autores indie en 2015 con su novela Cartas a una extraña y autora de otros ocho títulos. Además de por su obra y trayectoria, Mercedes es un ejemplo para todos por su transparencia, con aquel famoso post «No es un estriptis, es que no hay nada que tapar», en el que hablaba de las ventas de Cartas a una extraña con total sinceridad y sin prejuicios.
Al igual que con Fernando, tengo que destacar su cercanía y accesibilidad, así como su amabilidad al atenderme por correo, por lo que también quiero expresarle mi mas profundo agradecimiento. Estas son mis preguntas y sus respuestas.
¿A partir de qué momento empezó a considerarse una escritora de éxito?
Aunque parezca difícil creerlo, no me considero una escritora de éxito, de hecho, creo que todavía juego en segunda división y me queda mucho por luchar y recorrer. Lo que si me considero es afortunada; aunque poco a poco y luchando mucho, he conseguido tener miles de lectores fieles que siguen mi carrera y leen cada obra que publico. Pronto saldrán algunas traducciones de mis novelas, tal vez si conquisto a los lectores de otros países dé ese salto que me falta.
¿Influyó el tener varios libros en su catálogo?
Totalmente. Este oficio es una carrera de fondo, rara vez se despega nada más intentar volar, debes demostrar tu valía paso a paso, publicación a publicación, hasta ganarte la confianza en los lectores. Es más, es posible que alguna de mis primeras obras sea mejor que las últimas, pero entonces no me conocían; aunque esos primeros libros fueron parte del camino. Definitivamente, sí, tener varios libros publicados es una muestra de que hay un trabajo detrás y ayuda a los siguientes.
Según su experiencia, ¿cuál es la cualidad más necesaria para poder vivir de lo que uno escribe?
Lo tengo muy claro, son tres cualidades principalmente: imaginación, trabajo y constancia. A mí me ha costado muchos años de lucha conseguir vivir de mis libros, he tenido que demostrar que esto es lo que me apasiona. Si crees en lo que haces y luchas sin descanso, se convertirá en tu forma de vida.
¿Desea añadir algo más?
Me gustaría decir a todos aquellos que ha decidido darlo todo por la escritura y no consiguen llegar a los lectores, que sigan adelante, que no dejen de escribir y leer y no pierdan la fe, la carrera del escritor se hace leyendo y escribiendo. No importa que las editoriales les cierren las puertas, hoy no son imprescindibles, ni que carezcan de agente, ni que no puedan tener sus obras distribuidas en las librerías, yo cumplí mi sueño autopublicando. Luego llegó todo lo demás, cuando en realidad ya no me hacía falta. También quiero darte las gracias a ti, Miguel Ángel, por haberme dado la oportunidad de acercarme a tus seguidores.
Gracias a ti de nuevo, Mercedes.

Enrique Laso
Y por último, pero no menos importante, voy a hablaros de Enrique Laso, seguramente el autor más prolífico de los que he hablado en esta entrada. Con su propio nombre, Enrique tiene treinta títulos a la venta entre ficción y no ficción, pero Enrique tiene muchas más obras publicadas pues utiliza varios pseudónimos y las publica en varios idiomas, todo ello por su propia cuenta como escritor autopublicado. Entre sus obras más conocidas se encuentra la saga del agente del FBI Ethan Bush que comenzó con Los crímenes azules o la trilogía Desde el infierno, cuyo primer libro fue llevado al cine por Luis Endera.
De la misma forma que Fernando o Mercedes, tengo que expresar de forma pública mi más profundo agradecimiento a Enrique, no solo por su amabilidad al responder a mi petición de contacto, sino por su rapidez en hacerme llegar las respuestas. Estas son mis preguntas y sus respuestas.
¿A partir de qué momento empezó a considerarse un escritor de éxito?
El éxito es algo complicado de definir. Por ejemplo, siendo adolescente gané varios premios literarios y ya lo consideré todo un logro. Pero si tuviera que elegir un instante sería septiembre de 2013, el momento en que pude dejarlo todo para dedicarme en exclusiva a escribir. Vivir de las ventas de tus libros es muy complicado, y te permite estar todo el tiempo volcado en tu pasión, de modo que esa sería para mí una fecha clave.
¿Influyó el tener varios libros en su catálogo?
Por supuesto. Varios libros y de temáticas muy diversas. También el haber sido traducido a 14 idiomas. Todo eso hace que cada día puedas sumar muchas ventas, en cualquier parte del planeta.
Según su experiencia, ¿cuál es la cualidad más necesaria para poder vivir de lo que uno escribe?
Sería la tenacidad. Yo no soy un ejemplo de éxito inmediato. Comencé a escribir con 8 años y hasta cumplidos los 41 no pude vivir de la Literatura. Si no hubiera confiado en lo que escribía, si no hubiera seguido luchando, no habría vendido más de un millón de libros -casi todos en los últimos 4 años-.
¿Desea añadir algo más?
Animar a los autores a que luchen por su pasión. Y que cuiden todos los aspectos de sus libros y que hagan mucho marketing. Siendo constante, se llega a la meta.
Creo que todos podemos aprender de lo que nos dicen estos autores, que están logrando aquello que muchos soñamos. Por supuesto, la lista podría ampliarse con autores como Marcos Chicot, Fernando Gamboa o, en el ámbito de la no ficción, Rut Nieves o Lain García Calvo. Y no quería acabar esta entrada sin citar también a Mario Escobar, que mostró su disposición a responder a mis preguntas pero que por motivos de agenda no podía hacerlo a tiempo para su publicación hoy. Por ello, también quiero darle las gracias públicamente.
A partir de ahora, cuando leas en cualquier sitio que no se puede vivir de lo que escribes, espero que recuerdes este texto y a estos autores. Como dije al principio y todos coinciden, no es algo que se pueda conseguir de manera fácil y rápida, pero se puede lograr a base de trabajo y escribiendo muchos libros. Así que ya sabes qué toca.
¡Feliz escritura!
Imagen: Olu Eletu vía Unsplash
Muy inspirador. Artículos como este son los que te devuelven la ilusión y las ganas por seguir escribiendo. Todos estos autores son un ejemplo a seguir, ya seas novato o lleves un tiempo luchando por conseguir tu objetivo de vivir de lo que escribes.
Un abrazo.
Así es, Enrique, y esa es una de las razones por las que lo escribí, que yo como todo el mundo necesito ejemplos a seguir, que me ilusionen y me motiven para seguir luchando. ¡Un abrazo!
Se puede. De hecho, yo lo hago desde hace dos años .
Eres otro ejemplo más, Ana, 🙂 y si te parece, me pondré en contacto contigo para la edición 2018 de este artículo. ¡Un abrazo!
Me he llevado una gran sorpresa con este artículo.
Comencé a leerlo con escepticismo, pensando en que era otro artículo de vender la moto usado como excusa para vender servicios auxiliares o formación, y me he llevado una sorpresa muy grata.
Me temía que fuera una venta de humo en plan «ingresos pasivos» y esas cosas, o «publica tu libro gracias a mí, que solo he publicado un manual de cómo publicar un libro».
Además justo en el momento necesario, porque estoy en uno de esos valles, una de esas simas profundas en las que estas a punto de perder el camino, pues ves que, por más que lo intentas, las cosas parecen darte de lado.
A muchos de los autores que dices tuve la oportunidad de verlos en el Amazon Academy de hace ¿dos años? en Madrid, y me encantaron por su naturalidad, y porque parecían gente sencilla y no tenían ínfulas de nada, a pesar de poder presumir de haber conseguido algo tan difícil como poder vivir de la escritura en España.
En fin, que me has animado a seguir intentándolo.
Muchas gracias por el artículo.
La verdad es que a mí me dan mucha rabia toda esa gente que citas en el comentario, Rafa. No me gustan los que dan consejos para terminar novelas cuando no tienen ni un solo libro publicado, ni leer un post de dos mil palabras para que la conclusión sea «aquí está mi curso en el que te explico cómo», ni los vendehumos en general. Y ni que decir tiene que yo aquí no vendo nada —aparte de mis libros—, pero no hago de eso la razón de ser de esta bitácora.
Comprendo cómo te sientes. Yo mismo he tenido mis valles, algunos casi abismales, y sé lo que cuesta salir de ellos. Si quieres tomarlo, mi consejo es que te asegures de que tus objetivos y metas son cosas que puedes controlar. Alcanzar un número determinado de ventas, visitas a tu página o seguidores es algo que no puedes controlar, por mucho que los vendehumos quieran convencerte de lo contrario. Pero sí puedes controlar las horas que dedicas a escribir cada día, o proponerte «de aquí a fin de año voy a terminar mi libro», y conseguirlo. Puede que sigas teniendo valles, pero te aseguro que son mucho más fáciles de traspasar si tienes esa mentalidad.
¡Un abrazo y muchas gracias por la visita y el comentario!
Hola Miguel Ángel. Acabo de descubrirte gracias a Ana González Duque. Muy buen artículo, como bien destacas, es posible vivir de ello, pero supone mucho esfuerzo y para vivir exclusivamente de libros, tienes que ser prolífico.Yo, que no soy nada prolífico (aunque estoy aumentado el ritmo, y voy a comenzar a meter más libros en Amazon si me rechazan las editoriales), no me dedico en exclusiva a escribir, pero hago actividades relacionadas con la escritura que me compran tiempo para escribir. Posiblemente el año que viene ya pueda vivir de ello. Me alegro de haberte descubierto. Un saludo.
Muy buenas, Carlos. Sí, hay muchos escritores que complementan los ingresos de sus libros con otros de cuestiones con la escritura, así que tu caso no es único. Lo importante es que es otro ejemplo de que sí que se puede vivir de la escritura, bien sea en exclusiva con sus libros o con otras actividades relacionadas. Ojalá que con el tuyo y otros ejemplos, podamos desterrar el mito de que no se puede vivir de lo que uno escribe.
Muchas gracias a ti por descubrirme, y por la visita y el comentario. ¡Un saludo!
También consigo vivir de lo que escribo. Publico en papel en forma independiente, con mi sello editorial que sólo uso para mis libros. Luego llego directamente a los lectores caminando por la ciudad de Buenos Aires. Hace 6 años y medio que lo hago. Es trabajoso pero a la vez gratificante.
¡Enhorabuena Alejandro! El tuyo es otro ejemplo de que se puede vivir de lo que uno escribe y además demuestras que hay más de un camino para conseguirlo. Gracias por compartir tu experiencia. ¡ Un abrazo!
Hace varios años que vivo de lo que escribo. Con un poco de suerte espero seguir haciéndolo.
Y con otro poco más de suerte, espero poder imitarte a ti y a tantos otros que lo hacen, Blanca. ¡Un abrazo!